jueves, 15 de octubre de 2009

Dulces sueños…



Habíamos tenido un encuentro directo con el bien y el mal, representados en dos cerros del pueblo de Calango en el valle de Mala, al sur de Lima;  creí por un momento que haber pasado de la margen izquierda a la derecha del río, del lado de “la virgen de la Candela” al lado del “rostro del diablo” respectivamente, era sólo un juego, pero me di cuenta finalmente, que no.

Eran los primeros días del mes de abril cuando llegamos, alumnos y profesores del colegio San Martín de Porres a Calango y nos agradó mucho el clima, el río y las manzanas; pero cuando empezamos nuestro recorrido por la margen izquierda del río Mala, empezaron las historias y explicaciones de la producción de la manzana, de los sitios arqueológicos, de la virgen de la Candela y del Cerro del Diablo.
Cuando se habló de lo último, todos prestamos más atención, porque se trataba del diablo y porque algo extraño habíamos sentido la noche anterior cerca al río, pero nadie se atrevió a contar antes y era éste el momento de escuchar para luego comentar.
… cuentan los pobladores de la zona, que frente a la gruta de la Virgen de la Candela está el cerro de la casa del Diablo, allí está dibujada su cara. Tengan cuidado cuando pasen cerca; si pueden, evítenlo, porque nada garantiza que te puede pasar lo que a muchos, es decir: desaparecer. El diablo quiere almas nuevas siempre y anda desapareciendo gente, por eso debes rezarle a la virgen para que te cuide…
… se dan cuenta, estamos frente a la guerra eterna del bien contra el mal…

Después de caminar y observar, parecía que la historia podía haber sido verdad; cuando pasamos cerca al cerro, todo quedó quieto y en silencio, como si el tiempo y la vida se detuviera frente a ese cerro que tiene un rostro en actitud de molesto.
Finalmente creo que,como éramos un grupo grande de personas no nos pasó nada, en ese momento....; por alguna razón, cuando volvíamos a Lima todos entraron en un profundo sueño y no sabemos porque no recuerdan exactamente que soñaron, pero lo que sí están seguros es que no podían despertar…
Sería una lucha interna en el sueño entre el bien y el mal?
Los que participaron en ese viaje no han vuelto a ser los mismos…

Dulces sueños…

Luchito Bett
Un viajero que visitó Calango
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