miércoles, 14 de octubre de 2009

La noche de muerte

La  noche es fría y baldía que te enceguecen al caminar, como un labrador más de este mundo. Buscando algo inexistente y pusilánime que solo espera llegar a nuestros corazones y sacarlos de su regocijo como aquella pequeña niña que arrancaste su gran alegría para convertirla en llantos de gota de cristal y dejarnos a todos por este meditabundo mundo algo desconcertados de esta fría noche que se llena de maleza de maldad por querer atraparnos y buscar algo más que el odio y la malicie de un amigo que se fue y alguien que ya no existe, todo eso se fue, todo eso ya no existe.


La noche es la muerte despierta que busca un amigo y la decapita sin querer, ella solo busca un amigo con quien hablar y compartir sus anécdotas de su infinita vida o más bien de su larga condena.


Por ser la asesina de este mundo, por llevarse a los que no merecen y dejar a los malditos amigos del mal, pues ellos buscan tu compañía y ellos buscan acompañarte en esta destrucción diaria de hombres desprevenidos que no se dan cuenta que tu andas a sus espaldas y solo quieres ver un poco de sangre.


Eres tu la que nos enseña a ver este mundo frio y lleno de maldad en algo hermoso y ordinario que  da ganas de querer a lo no querido Eres tu la que transformas a los médicos temerosos  y principiantes en hombres temerario que ni siquiera te tienen miedo, más bien ellos te consideran una compañera de trabajo indispensable para su labor.


Por eso muerte aunque me valla te considero amiga de lo maldito, que buscas un corazón en lo terrenal donde nunca ha existido, donde el hombre prosa sin parar, tu y la noche son la misma, nadie te olvidara, pero algún día pagaras por tu desfachatez y habrá un hombre que te habrá de enfrentara y tu habrás que caer y el mundo habrá de burlarse por tu desfachatez.