miércoles, 14 de octubre de 2009

Una travesura y un reproche




Mis primos y yo, estábamos prestos para un partidito de fútbol; pues mi primo Santy corrió la voz a todos los amigos  del barrio, yo cruzaba los 13 años, pues el permiso para salir  a cualquier lado era muy difícil o totalmente difícil, pero como mi  pasión por el fútbol es mas que mil castigos, decidí ir sin permiso a jugar, además de ello iba a estar presente todo los de mi barrio y además de mis primos, fui al punto de concentración el cual era en la esquina de la casa de mi primo, llegue, salude a todos los del barrio, pues ya completo todos partimos a la canchita que se encontraba a 4 cuadras mas o menos, llegamos todo, mi primo y yo regimos la gente, para repartirnos y hacer equipos balanceados, escogimos y todo lo demás; comenzamos a jugar, era un partido muy emocionante de ida y vuelta, pero cuando de pronto mi primo, mete un zapatazo al balón, tanto así que lo mando fuera de la canchita, encima para desgracia de todos (los que jugábamos), pasaba el camión de Inca kola y sin intención alguna reventó la pelota, la sonrisa y diversión que dibujaba nuestro semblante se perdió totalmente, todos renegaban a mi primo le decían: bruto eres oe!!!, córtate la pierna!!, luego nos sentamos todos renegando de la desgracia, cuando de pronto un amigo el mas inquieto va corriendo hacia la pelota y la trae, sonriendo dice: y si la llenamos de piedras y la dejamos en la pista ,el primero que pase le decimos que nos haga el favor de patear la pelota, y como consecuencia de la edad en que estábamos sonreímos todos y aceptamos la joda; pusimos en marcha todo, llenamos el balón de piedra lo dejamos relativamente lejos cuando de pronto pasa un señor que tenia cara de maleao, pues a el no le dijimos que lo haga pues ya se veía  venir una correteadera si se lo pedíamos, luego pasa un chico inocente, y ya emprendimos el favor a el; el sin reparos  gravita su pie para lanzar el balón y  plop!!!, patea la pelota llena de piedras ,nosotros entre carcajadas y carcajadas huimos corriendo, llegamos al barrio y sentados todos nos miramos y el remordimiento no se ausento y es allí donde todos dijimos: asu pobrecito eso duele ,imagínate nomás patear una piedra, entre conversación y conversación  pasa un carro, cuando de pronto  nos fijamos bien y dentro de el estaba una señora y un joven, pero el joven era el chico el cual le hicimos patear la pelota de piedra, todos asustados y con el grito de aquella señora, logramos huir, yo fui a mi casa, cuando de repente mi mamá me esperaba con un palo, y yo caballero nomás recibí golpe por no pedir permiso y también saque la conclusión que después del gusto y diversión, viene el disgusto.